Panorámica de Alhama de Granada. Antonio García. |
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La monumental localidad granadina, colgada de espectaculares
tajos sobre el río Alhama y famosa desde tiempos de los romanos por sus aguas
termales, celebra su mes más festivo
Febrero es un mes festivo en la localidad milenaria de
Alhama de Granada. La Candelaria, la Fiesta del Vino y los Carnavales se
suceden a lo largo de estos días en esta pequeña población colgada de
espectaculares tajos sobre el río Alhama, a los pies del Parque Natural Sierras
de Tejeda, Almijara y Alhama, cuyo origen se remonta a unos asentamientos
romanos en torno al río junto a la zona del balneario. Fue precisamente allí
donde éstos descubrieron los baños termales que hoy en día son un enorme
reclamo para propios y extraños, ya que hacen posible que, en pleno invierno,
uno pueda darse un purificador baño de agua caliente en mitad del bosque... si
está nevado, mejor.
Las fiestas
Pero antes de darnos ese baño, vayamos de fiesta. Tras la
reciente celebración de La Candelaria, una de las costumbres más arraigadas,
ancestrales y con encanto del pueblo, por la que las calles se iluminan con
candelas (hogueras) que encienden los distintos grupos vecinales, animados por
las ocurrentes y divertidas coplilllas de los meceores ("Dígale usted a
ese mozo, con disimulo, que lleva los calzones rotos por el culo"), y la
VI Fiesta del Vino, consolidada como evento de gran interés turístico en los
últimos años por su homenaje a la viticultura, dará comienzo el Carnaval (del
10 al 18 de febrero). Las calles acogerán las comparsas de vecinos con sus
irónicas coplas populares y los desfiles de máscaras y macarones, tradicionales
disfraces hechos con ropas antiguas y desfasadas que cubren las caras con
trapos para que quien los lleva no sea reconocido. Programa y más información
en http://turismodealhama.com.
Las termas
Para descansar un poco de las fiestas y relajarse, lo mejor
es darse un baño en las aguas calientes que hacen honor al nombre de Alhama
(dado por los árabes a la localidad cuando se asentaron en el siglo IX y
explotaron el manantial descubierto por los romanos). A las afueras de la
localidad, a unos dos kilómetros, cercano al Balneario Alhama de Granada, se
puede disfrutar gratuitamente de un chapuzón en aguas mineromedicinales en tres
pozas situadas junto al curso del río en pleno bosque, que brotan de un caño a
unos 47 grados de temperatura. El acceso a estas piscinas naturales es fácil y
está señalizado, aunque no hay aparcamiento público.
Pozas de aguas termales. |
Al lado, se encuentra el verdadero monumento al agua termal
en Alhama: el Baño Árabe, uno de los mejores ejemplos de patrimonio andalusí
conservados en Andalucía, levantado sobre restos romanos del s. I d.C., con
arcos califales del s. XIII. Está situado en el interior del Hotel Balneario y
su belleza merece una visita (Ctra. del Balneario, s/n. Entrada: 1 euro; de 14 a 16 h.). La alberca que
recoge el agua del manantial es de basamenta romana, aunque la construcción
alcanzó su esplendor en época almohade (es posible alojarse en el Balneario y
disfrutar de las termas a partir del 15 de abril).
El casco antiguo de Alhama está considerado Bien de Interés
Cultural. Un paseo por sus calles sorprenderá al turista con numerosas referencias
históricas, urbanísticas y monumentales. En el centro del pueblo no pasa
desapercibido el Castillo, alzado sobre una antigua fortaleza árabe y
remodelado a principios del s. XX. Junto a él, uno de los monumentos más
importantes: la iglesia de la Encarnación, mandada edificar por los Reyes
Católicos en la parte más alta del pueblo. Es de estilo gótico tardío y
renacentista y destaca su colección de ornamentos litúrgicos bordados en oro,
plata y seda de los siglos XV y XVI. Al lado están la Casa de la Inquisición y
la Cárcel, erigida en 1674 por orden de Carlos II, que alberga el Centro de
Interpretación de la Historia y Cultura de Alhama de Granada (CIAG).
Los Baños Árabes. Alejandro Bullejos |
Merece la pena caminar un poco para asomarse al Mirador del
Cañón de los tajos y disfrutar de las vistas sobre el río. Las mazmorras,
excavadas en la roca (s. XIII), el Hospital de la Reina (1485) y el Puente
Romano, construido en tiempo de Octavio Augusto, en el siglo I d.C., son otros
enclaves que merecen un vistazo. La oficina de turismo organiza rutas guiadas
por el conjunto histórico-artístico de la ciudad (martes, jueves y sábados, a
las 12 h. No es necesario reservar. Precio 3 euros).
Dónde dormir
La Seguiriya | Peñas, 12 | Tel.: 958 36 06 36 | 6
habitaciones | desde 66 euros. Ubicado en el centro histórico de Alhama de
Granada, en una antigua vivienda de labradores del siglo XVIII remodelada, este
encantador hotel familiar destaca por las espectaculares vistas al parque
natural Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama. El establecimiento alberga un
salón con bar y una zona de biblioteca con sofás y sillones. Las habitaciones,
amplias y luminosas, están decoradas de manera rústica y sencilla y cuentan con
todas las comodidades (conexión wifi gratuita incluida).
Apartamentos Salmerones | Salmerones, 12 | Tel.: 646 84 88
85 | desde 90 euros/apartamento. Una casa de principios del siglo XX reformada,
en el casco antiguo de la localidad, alberga estos apartamentos de decoración
rústica con mobiliario de época y completamente equipados con cocina de
inducción, horno/microondas, televisor de pantalla plana, frigorífico,
lavadora, lavavajillas... Los apartamentos son de uno, dos y tres dormitorios.
Dónde comer
La olla jameña, el plato típico de la localidad. |
La olla jameña (en la imagen) -a base de garbanzos, tocino,
rabo de cerdo, espinazo y patatas- es el plato típico por excelencia de la
localidad, junto con el choto al ajillo. En medio del campo y rodeado de
bonitos jardines, se ubica El Pato Loco (Ctra. de Jatar, km 2. Tel.: 958 35 05
01), un asador ideal para comer guisos contundentes y carnes a la brasa, como
el cochinillo y el cordero al horno de leña. El restaurante La Seguiriya
(Peñas, 12. Tel.: 958 36 08 01) dispone de una seleccionada carta de cocina
tradicional andaluza. Entre sus especialidades destacan el bacalao, el atún de
almadraba, el cordero al horno y los postres caseros. Si el tiempo lo permite,
se recomienda comer en la terraza contemplando el impresionante Tajo de Alhama.
El Mesón Diego (Plaza. Constitución, 12. Tel.: 958 36 01 21), en el centro de
la localidad, propone en su variada carta platos tradicionales, entre ellos el
choto al ajillo.