Granada, 19 ene (EFE).- La organizaci贸n agraria Asaja
ha reclamado a los ayuntamientos que instauren guarder铆as rurales para
atajar los robos en el campo, una infraestructuras que piden se sufrague
con el dinero que se recauda del IBI r煤stico para combatir la
"sofocante" inseguridad que padecen los agricultores.
Asaja ha destacado las "brechas" en infraestructuras y
servicios b谩sicos que sufre el mundo rural y ha reivindicado
inversiones locales que ayuden al agricultor a batallar los robos en el
campo.
En un comunicado, Asaja Granada ha pedido a los
ayuntamientos que instalen guarder铆as rurales, para lo que han propuesto
invertir parte del dinero que se recauda con el Impuesto de Bienes
Inmuebles (IBI) r煤stico.
Han justificado su reivindicaci贸n como una forma de
recibir parte de la contribuci贸n del sector, que adem谩s tributa por
nuevos conceptos como las balsas, casetas para el riego o establos.
Asaja ha recordado que las guarder铆as rurales
representa una figura regulada por ley que, como los guardas de cotos o
de pesca, depende directamente de la Guardia Civil tanto para su
acreditaci贸n como en su actuaci贸n.
Esta propuesta se sumar铆a al trabajo de los equipos
ROCA de la Guardia Civil, especializados en robos en el campo, y
permitir铆a un refuerzo de recursos materiales y humanos para mantener un
trabajo contra la delincuencia rural que ha reducido los delitos en el
campo andaluz un 44 %, seg煤n Asaja, que ha explicado que Granada solo
cuenta con una unidad para toda la provincia.
Ha resaltado la necesidad de incrementar la
vigilancia y ha puesto como ejemplo la oleada de robos en cortijos que
sufri贸 la pasada semana la comarca de Alhama, en la que robaron
herramientas, grupos electr贸genos, maquinaria, bombas de riego, placas
solares y cuadros el茅ctricos.
La organizaci贸n ha subrayado que Granada figura entre
las quince provincias del pa铆s que concentran el 74 % de los robos en
el campo, un dato por el que han reclamado las guarder铆as rurales para
mejorar la vigilancia y protecci贸n de personas y bienes en fincas
r煤sticas. EFE