¿Sabías que el primer hospital de campaña se erige en tiempos de los Reyes Católicos? from Gregorio del Rosario Baho on Vimeo.
Armenteros (Salamanca), mayo de 2016 (efesalud.com). Los antecedentes de la Sanidad Militar española se sitúan en los ejércitos romanos, quienes desarrollaron un sistema eficaz de recogida, evacuación y tratamiento de los heridos; pero fueron los Reyes Católicos los que sentaron las bases en 1476 en plena Batalla de Toro contra las tropas de Alfonso V de Portugal, apoyadas por Luis XI de Francia en la lucha por la sucesión de la Corona de Castilla.
Los historiadores indican que la Reina Isabel I dispuso la instalación de seis tiendas de campaña, dotadas de cama y ropas para la acogida y la curación de los soldados heridos o enfermos. Estaban atendidas por médicos, cirujanos y boticarios de los Reyes, y las damas que cuidaban a los pacientes eran las mujeres de caballeros y sargentos de la mesnada real.
Luego vendrían los hospitales de campaña levantados con ocasión de la Guerra de Granada (1482-1492), uno fijo en Alhama y dos portátiles en Baza y Real de Santa Fe.
"La estructura sanitaria se adelanta en más de 100 años a cualquier otro ejército europeo de la época -señala el general médico Manuel José Guiote Linares, vídeobloguero de efesalud-. Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón pusieron en nómina a un médico, a un cirujano y varios ayudantes -boticarios y barberos- por cada Tercio".
Esta organización sanitaria se perfeccionó y se extendió durante el siglo XVI por toda Europa. En 1557 se instaló un hospital militar de campaña en Valenciennes para las tropas españolas destinadas e Flandes. Margarita de Parma lo replicó en Malinas para los soldados italianos y españoles.
Para el general medico Guiote, jefe de la Brigada de Sanidad del Ejército de Tierra, "se produce un cambio en la asistencia al soldado herido. De la caridad se pasa al derecho a recibir cuidados médicos. Se crea una estructura, se la dota de personal, de medios y de material. Y todo a cargo de la Corona de España".
